martes, 17 de marzo de 2009

Estos "yankies" si que saben...

Para aquellos a quien no os resulte conocido Joe Arpaio, es el sheriff del condado de Maricopa en Arizona y sigue saliendo elegido una y otra vez. Estas son algunas de las razones:
El sheriff Joe Arpaio creo la 'carcel-ciudad campamento' para ahorrarle al estado de Arizona el gasto de millones de dolares en otro costoso complejo carcelario.
Ha logrado bajar el coste de las comidas de la carcel a 20 centavos por racion y les hace pagar a los presos por esas comidas.
Ha prohibido fumar y las revistas pornográficas en la cárcel, retiró todo las maquinas de pesas, y suprimió todas las películas excepto las clasificadas 'para todos los públicos'.
El dice:
'Están en la cárcel para pagar su deuda a la sociedad no para hacer músculos con los que puedan asaltar a gente inocente cuando salgan de aquí.‘
Empezó las cuadrillas de encadenados obligando a los presos a hacer trabajos no remunerados en proyectos de la ciudad y del condado, para ahorrar así dinero a los contribuyentes.
Luego creo las mismas cuadrillas pero de mujeres para que no le demandasen por discriminación sexual.
Retiró de la cárcel la televisión por cable hasta que se entero de que hay una orden judicial federal que requiere que haya televisión por cable en las cárceles. Entonces volvió a conectar el servicio pero solo permitió el canal Disney y el del tiempo. Cuando se le preguntó por que el canal del tiempo contesto:
'Para que esos desgraciados sepan el calor que va hacer al día siguiente mientras estén trabajando en mis cuadrillas de encadenados.'
Suprimió el café porque tiene valor nutricional nulo y por tanto es un gasto superfluo del dinero de los contribuyentes. Cuando los presos se quejaron el les dijo:
'Esto no es el Ritz. Si no te gusta, no vuelvas.'
Con temperaturas incluso mas altas de lo corriente, en Phoenix (45º), la Asociación de Prensa informó: Existen unos 2000 presos viviendo en un campamento de tiendas de campaña, rodeado de alambres de pinchos en la cárcel del condado de Maricopa, y se les ha dado permiso para quedarse solo en calzones rosas pagados por el gobierno.
Ese miércoles, cientos de hombres llevando solo calzoncillos tipo boxeador rosas podian escucharse hablando en las tiendas de campaña donde las temperaturas alcanzaron mas de 50º: 'Esto es un infierno. Es igual que si estuviésemos dentro de un horno' -decía Ernesto Gonzales, un preso que llevaba allí 2 años y al que todavia le quedan 10 mas para cumplir su condena- es inhumano.'
Joe Arpaio, quien hace que los prisioneros vayan de rosa y coman sándwiches de mortadela, no se compadece ni una pizca.
'A los criminales se les debe castigar por sus crímenes, no dejar que vivan con toda clase de lujos, hasta que les llegue la hora de la libertad provisional, solo para que salgan a cometer mas crímenes, para volver a vivir del dinero de los contribuyentes y a disfrutar de cosas que muchos de los mismos contribuyentes no se pueden permitir.'
Ese mismo dia les dijo a todos los reclusos que se quejaban del calor en las tiendas:
'Hace entre 48 y 55º en Iraq y nuestros soldados están viviendo en tiendas de campaña también, además ellos caminan todo el dia bajo el sol, llevando el equipo completo de batalla y recibiendo balazos y ellos no han cometido ningún crimen así que callad vuestras malditas bocas!‘.
¡Así se hace, Sheriff! Si todas las prisiones funcionasen como la suya, habría muchos menos crímenes y no nos veríamos en la posición actual, en la que nos estamos quedando sin sitio en las cárceles.
El Sheriff Joe ha vuelto a ser reelegido como Sheriff en el condado de Maricopa County, Arizona.

viernes, 13 de marzo de 2009

Solidaridad

Lo que llamamos “indiferencia” consiste más bien en una fluyente corriente de simpatía mayoritaria, originalmente justa, hacia los injustos: los ricos, los poderosos, los famosos y hasta los asesinos.
Nos importa el sufrimiento de la princesa Letizia o de John Travolta, el de la soldado estadounidense que no puede adoptar un perro iraquí o el del padre israelí que ha perdido a su hijo soldado; nos importa el dolor del millonario suicida y el del mafioso operado de próstata.
Esta solidaridad pasiva con los fuertes, que se explica banalmente por la insistencia con que nos obligan a mirarlos, y por el gusto de igualarnos a desiguales superiores, constituye un formidable soporte social de la fuerza que, del otro lado, persigue y criminaliza la solidaridad con los débiles y los justos.(...)
El término mismo -”solidaridad”- se presenta hoy aligerado de toda electricidad ideológica, escuetamente administrativo, y se utiliza para encubrir y reproducir los conflictos de clase, las desigualdades, la fuerza de los fuertes, bajo una institucionalización fraudulenta y monopolista: están los ejércitos “humanitarios”, dotados -estos sí- de medios y poder para la intervención, con sus monstruosos soldados solidarios distribuyendo cadáveres y mantas para cubrirlos; y está el sarampión de las ONGs, filiales postmodernas de los gobiernos dedicadas -salvo excepciones- a “desmoralizar” y “despolitizar” todos los escenarios de pobreza o de violencia; es decir, a despuntar y vaciar de contenido el concepto original de “solidaridad” para convertirlo -a la medida del contrato capitalista- en un intercambio individual entre desiguales. Así es como los occidentales hemos acabado por dejar fuera a todo el resto del mundo: pagamos sueldos a solidarios especializados y nos solidarizamos -no con las víctimas, no- con los solidarios a sueldo (y con sus gobiernos).
Más allá de ese círculo virtuoso, sólo hay ya desgraciados y desalmados o, lo que es lo mismo, aterrorizados y terroristas. Y cada vez es más difícil distinguirlos. fuente: Santiago Alba Rico, artículo Solidaridad a sueldo.

Hacia la desintegración del sistema capitalista

(...) según algunos expertos la masa especulativa global supera actualmente los mil billones (millones de millones) de dólares (cerca de 20 veces el producto Bruto Mundial).
Esa montaña financiera no es una realidad separada, independiente de la llamada economía real o productiva, fue engendrada por la dinámica del conjunto del sistema capitalista: por las necesidades de rentabilidad de las empresas transnacionales, por las necesidades de financiamiento de los estados.
No es una red de especuladores autistas lanzados a una suerte de autodesarrollo suicida sino la expresión radicalmente irracional de una civilización en decadencia (tanto a nivel productivo como político, cultural, ambiental, energético, etc).
Desde hace más de cuatro décadas el capitalismo global con eje en los países centrales soporta una crisis crónica de sobreproducción, acumulando sobrecapacidad productiva ante una demanda global que crecía pero cada vez menos, la droga financiera fue su tabla de salvación mejorando beneficios e impulsando el consumo en los países ricos, aunque a largo plazo envenenó por completo al sistema.
Se ha puesto de moda achacarle la crisis a los llamados especuladores financieros y según nos explican altos dirigentes políticos y expertos mediáticos las turbulencias llegarán a su fin cuando la “economía real” imponga su cultura productiva sometiendo a las reglas del buen capitalismo a las redes financieras hoy fuera de control.
Sin embargo a mediados de la década actual en los Estados Unidos más del 40 % de los beneficios de las grandes corporaciones provenía de los negocios financieros, en Europa la situación era similar, en China en el momento de mayor auge especulativo (fines de 2007) solo la burbuja bursátil movía fondos casi equivalentes al Producto Bruto Interno de ese país alimentada por empresarios privados y públicos, burócratas encumbrados, profesionales, etc.
No se trata por consiguiente de dos actividades, una real y otra financiera , claramente diferenciadas sino de un solo conjunto heterogéneo, real de negocios. Es ese conjunto el que ahora se está desinflando velozmente, implotando luego de haber llegado a su máximo nivel de expansión posible en las condiciones históricas concretas del mundo actual.
Bajo la apariencia impuesta por los medios globales de comunicación de una implosión financiera afectando negativamente al conjunto de las actividades económicas (algo así como una lluvia toxica atacando las verdes praderas) aparece la realidad del sistema económico global como totalidad contrayéndose de manera caótica.

Jorge Beinstein, artículo Señales de implosión.

lunes, 2 de marzo de 2009

THE CORPORATION

La corporación (The Corporation) es un documental canadiense de 2003 sobre la corporación moderna. A partir de la constatación de que las empresas modernas, amparadas por el estatus de personas jurídicas, han ido adquiriendo derechos propios de los seres humanos personas físicas, el documental analiza la conducta social de las empresas a través de diversos ejemplos, y utilizando los criterios psiquiátricos con los que un psiquiatra evaluaría la conducta y la salud mental de un individuo cualquiera.

La evaluación de la "personalidad" de la "persona" (jurídica) que es la corporación a partir de los criterios del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-IV) establece un paralelismo entre la conducta de la corporación moderna con ánimo de lucro y el comportamiento de un psicópata clínicamente diagnosticado. Las prácticas corporativas examinadas encajan con los síntomas que el DSM-IV considera definitorios de la psicopatía:

* Despiadada desconsideración por los sentimientos de los otros.
* Incapacidad para mantener relaciones prolongadas.
* Despreocupación imprudente por la seguridad de otros.
* Falsedad: mentir y engañar repeditadmente a otros para lucrarse.
* Incapacidad de sentir culpa.
* Incapacidad de acatar las normas sociales y los límites legales de conducta.